Cabo Frío alcanza su máximo esplendor comercial gracias a los portugueses. El Forte São Mateus es un lugar perfecto para observar la playa donde los pescadores amarran sus barcas. Fue construido como defensa de la bahía y de la granja donde Américo Vespucio se instaló. Los 200 km de playas que se extienden junto a la laguna de Araruama hacen de Cabo Frío un gran destino turístico, mientras que Arraial Do Cabo y Saquarema son la cuna del surf brasileño. Antes de volver a bordo tienes que comprarte un bikini en las tiendas de la calle Gomboa y hacer una excursión a Río de Janeiro que se encuentra muy cerca.
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