Nada más descender del barco subimos a bordo de un cómodo autocar, que nos lleva a la conocida ribera de Victoria Harbour. Allí contemplamos el paseo marítimo y sus paisajes, que son uno de los lugares más bellos de toda la región de Hong Kong.
A continuación nos dirigimos hacia la costa meridional de la isla para visitar la zona de Aberdeen, donde buena parte de la población, especialmente los que han emigrado desde la vecina China, vive y trabaja a bordo de sampanes anclados en el puerto.
Más tarde hacemos una parada para disfrutar un apetitoso almuerzo ligero con platos de exóticos sabores.
Lo siguiente es una visita a Repulse Bay, una playa que figura entre las más frecuentadas y apreciadas de Hong Kong, rodeada de modernos edificios erigidos bajo la vigilante mirada de las imponentes estatuas de dos divinidades taoístas que dominan la bahía. ¡Hay muchísimo que fotografiar!
Después del espectacular paisaje de Repulse Bay nos sumergimos en uno de los lugares más diversos y entretenidos de la ciudad: Stanley Market, un inmenso mercado cubierto ubicado en el extremo sur de Hong Kong. Su característica estructura ha conservado el encanto de un tiempo en el que, en este lugar, solo había un pequeño pueblo de pescadores. Hay muy buenas vistas de la pintoresca bahía. En este encantador rincón, los amantes de las compras pueden volverse locos entre prendas de vestir a la última y artículos de regalo, productos de artesanía y muchas más cosas.
Pasamos a continuación a una visita más mística; la del templo de Man Mo, construido en 1847, donde se veneran dos divinidades: el dios de la literatura y el dios de la guerra. Muchísimas personas acuden a este lugar para pedir buenos resultados en los estudios, y también para resolver disputas. Podríamos definirlo como una especie de templo-tribunal.
Retomamos las compras en una calle particularmente conocida por sus tiendas: Hollywood Road. El gran surtido de curiosidades, objetos antiguos y productos de artesanía local que ofrecen convierte esta calle en un destino privilegiado para las compras especiales.
Para concluir el día por todo lo alto, visitamos el Mercado de las flores de Kowloon, un pequeño oasis de perfumes embriagadores en medio del bosque de rascacielos de la ciudad, donde podemos encontrar, además de plantas y flores, una amplia gama de accesorios como cestas, maceteros o composiciones de flores secas.