En resumen

Es algo más que un tour: es una inmersión "turbo" de 5 días en el corazón palpitante de Japón. De Tokio a Hakone, de Osaka a Hiroshima y Nagasaki: te esperan templos, luces de neón, castillos, noodles humeantes, comida callejera legendaria y vistas que te dejarán con la boca abierta (¡no solo al comer!). ¿Todo listo para la aventura? Japón te espera en multitud de formas.

Paradas principales

Día 1

Llegada a Tokio y visita a la torre Tokyo Skytree
Paseo y tiempo libre en Asakusa con almuerzo
Visita al Santuario Meiji

Día 2

Parada panorámica en el lago Yamanakako y, si el tiempo lo permite, vistas del monte Fuji
Almuerzo tradicional: Hoto noodles
Crucero de Hakonemachiko a Togendai + ascenso en el teleférico de Hakone
Cena y alojamiento en una posada tradicional con onsen

Día 3

Traslado en Shinkansen de Odawara a Shin-Osaka
Almuerzo típico de kushikatsu en Shinsekai (Osaka)
Visita a la Torre Tsutenkaku y al castillo de Osaka
Paseo nocturno y cena de okonomiyaki en el bullicioso barrio de Dotonbori

Día 4

Shinkansen a Hiroshima
Visita al santuario de Itsukushima en Miyajima
Ascenso en teleférico para disfrutar de las vistas sobre el océano

Día 5

Shinkansen a Nagasaki
Visita al Parque de la Paz y al Museo de la Bomba Atómica

El programa

Día 1 – Tokio: entre los rascacielos y la espiritualidad
Tu viaje comienza con una de las vistas más increíbles de Japón: subirás a la Tokyo Skytree, 634 metros de audacia arquitectónica en los que la ciudad se extiende a tus pies como un circuito de luz y vida. Y es realmente espectacular, de hecho es la torre más alta de todo Japón, la segunda más alta del mundo en el momento de su construcción. En ella visitarás el mirador Tembo Deck.
Una vez abajo, te catapultarás al Japón más tradicional, Asakusa, entre faroles, templos y suvenirs de sabor retro. Hablando de sabores… aquí te espera un delicioso almuerzo, más coreográfico que un espectáculo de kabuki.

Por la tarde se hará el silencio: Te espera el Meiji Jingu Shrine. Uno de los santuarios sintoístas más queridos de Japón, situado en un parque sorprendentemente silencioso. Dedicado al emperador Meiji y a la emperatriz Shoken, este lugar te conquista con su atmósfera sagrada, sus imponentes torii y los senderos rodeados por un bosque de más de 100.000 árboles traídos de todos los rincones de Japón. Es un viaje a través del tiempo y del espíritu, una burbuja zen en el corazón de la metrópoli.
El día terminará con el registro en el hotel, la cena y a dormir. ¿Cansado? Puede. ¿Impresionado? Seguro.

Día 2 – Hakone: lagos, tierras humeantes y la (posible) aparición del Fuji
Hoy cambiamos de ritmo: dejarás la gran ciudad para dirigirte a las montañas de Hakone. (Quién sabe si el Monte Fuji se dejará ver o jugará al escondite). Siguiente parada: Lago Yamanakako, un espejo perfecto en caso de que aparezca el monte Fuji. A la hora del almuerzo, te espera una de las tantas delicias locales: los Hoto noodles, un plato tradicional, rústico y muy sabroso.

Pero el plato fuerte llegará por la tarde: crucero panorámico de Hakonemachiko a Togendai y luego directos al teleférico para recorrer el valle humeante de Owakudani desde la altura. El paisaje no parece de esta tierra: gases sulfurosos, rocas negras y un aire que huele a tierra viva.
Por la noche, para reponerte y mimarte, lo que necesitas es una cena en un ryokan típico seguida de un baño en las aguas burbujeantes de un onsen, si te apetece. Spoiler: saldrás con la piel suavísima.

Día 3 – Osaka: comida callejera, luces de neón y folklore urbano
Otro día, otra ciudad. Desayuno rápido y salida en el Shinkansen, el famoso tren bala de eficacia indiscutible. Llegarás a Osaka, capital de la gastronomía y la irreverencia. Armados con cupones, empezaremos con la comida callejera tradicional: kushikatsu servidos en locales atemporales donde todo se fríe y se adereza con buenas salsas y buen humor. Después subirás a la Tsutenkaku Tower, donde conocerás a la simbólica e irresistible diosa de la fortuna Biriken, y visitarás el elegante y majestuoso Castillo de Osaka.

Pero es al anochecer cuando Osaka da lo mejor de sí: la zona de Dotonbori es un carnaval permanente. Luces de neón, cangrejos mecánicos, carteles animados y el aroma del okonomiyaki flotando en cada rincón, una gran ocasión para probarlo durante tu cena típica.
Y como postre, paseo por un Tokio alternativo, más pop, más loco, más auténtico.

Día 4 – Hiroshima y Miyajima: piel de gallina y poesía
Te espera un nuevo trayecto en Shinkansen: salida en tren hacia Hiroshima, una ciudad que ha convertido una tragedia en un mensaje de paz. Pero antes de abordar la parte más emotiva del viaje, regálate un instante de belleza en la isla de Miyajima: la isla de los ciervos en libertad y el santuario de Itsukushima, el más fotografiado de Japón. Aquí, el famoso torii rojo emerge de las aguas como un portal entre dos mundos. Podrás pasear entre amistosos ciervos y puestos de pasteles de té verde, entre silencios sagrados y bosques inmaculados. Si el cielo no te juega una mala pasada, sube al teleférico y disfruta de unas vistas que parecen sacadas de un sueño zen. Un día que te dejará una extraña sensación de asombro y, al mismo tiempo, respeto.

Día 5 – Nagasaki: historia, heridas y renacimiento
Último día, y también el más intenso. Nagasaki te acogerá con discreta elegancia y recuerdos que aún perduran. Visita el Parque de la Paz, un lugar donde cada detalle –estatuas, flores, silencio– habla al corazón. Después, entra en el Museo de la Bomba Atómica: una parada impactante, necesaria y difícil de olvidar. Pero Nagasaki es mucho más: un puerto multicultural con influencias europeas, arquitectura colonial y una sutil belleza por descubrir lentamente.

Al final de la jornada, tendrás la sensación de haber recorrido algo más que un país (por supuesto, en Shinkansen, nada de vuelos para disfrutar de una experiencia más inmersiva). 5 localidades que resumen toda el alma de Japón en sus mil formas y, mientras regresas al barco, dicen adiós a un nuevo tú.

Conviene saber

No te olvides del pasaporte: es obligatorio para participar en esta experiencia.
La experiencia se podrá reservar y cancelar hasta 60 días antes de la fecha de inicio de la excursión en tierra.
El número de guías españoles es reducido: en caso de indisponibilidad, te acompañará un guía que te explicará el recorrido en inglés.
Para que puedas vivir una experiencia exclusiva, el número de plazas es limitado: reserva con antelación.
Se recomienda llevar ropa de abrigo y adecuada para el recorrido.
Este tour no es recomendable para personas con movilidad reducida.