La mejor forma de conocer el vibrante pasado de Montenegro y su mezcla de culturas es adentrarte por las calles de Podgorica, la actual capital, y pasear por Cetinje, la capital del pasado.
Tu viaje en el tiempo comienza en la Torre del Reloj y, desde allí, pasas a la “Antigua Varosh” el centro histórico de Podgorica.
Por sus calles, verás edificios de la época socialista y puentes otomanos de piedra y el guía te contará como se ha dado toda esta mezcolanza.
Para conocer a fondo la agitada historia del país llegarás a Cetinje: la antigua capital, que mantiene intacta su importancia cultural desde 1482.
En las salas del Museo Nacional parece que se ha detenido el tiempo en la época del rey Nikola Petrovic I: ¡las habitaciones, los muebles y la ropa se conservan tal y como eran originalmente!
Tras esta inmersión en la historia, llega el momento gastronómico: saborea años de tradición culinaria con un almuerzo en un restaurante local.