El castillo de Trsat es uno de los castillos medievales mejor conservados del Adriático, con su mole intacta y sus torres tocando el cielo.
Llegarás en autobús hasta colina donde se yergue: a pesar de que solo tiene 138 metros de altura. Desde lo alto, el casco antiguo de la ciudad y toda la bahía de Kvarner estarán bajo tus pies. Llevas el móvil bien cargado, ¿no? ¡Las fotos desde aquí arriba son de rigor!
Con el guía recorrerás sus imponentes muros, que albergan una colección de arte moderno, y descubrirás todos los secretos del castillo, construido en el siglo XIII y restaurado por un conde irlandés en el siglo XIX.
Más tarde, bajarás a Rijeka para pasear por el Korzo, la famosa calle peatonal de la ciudad, y descubrir sus edificios antiguos y coloridas iglesias barrocas: la de planta redonda es la catedral de San Vito, y los 538 escalones de piedra te llevarán a la Basílica de la Virgen de Trsat, la iglesia más antigua de Croacia.
Durante el tiempo libre, puedes seguir haciendo fotos del municipio y de la torre cívica mientras deambulas por las muchas galerías comerciales de Rijeka buscando un souvenir digno de este día: ¡entre las cerámicas pintadas a mano y los cuadros, no sabrás qué elegir!