Edimburgo, dominada por su imponente castillo medieval, sigue siendo el hogar de los reyes de Inglaterra y Escocia. Pero también encierra misterios y leyendas aterradoras que aguardan a ser descubiertas.
Tras dejar el autobús, llegarás a pie hasta la “milla real”, la calle que atraviesa el casco antiguo y conecta la catedral de San Gil con el castillo de Edimburgo. Mientras esperas a que anochezca, podrás pasear a tu aire por el casco antiguo, conocer sus pubs y restaurantes**, e incluso probar alguno de los platos tradicionales escoceses, como el famoso “Cullen Skink”, una sopa típica de pescado y patatas.
Y cuando caiga la noche, será el momento de descender a la tenebrosa atmósfera de las calles subterráneas para recorrer sus salas abovedadas, túneles y pasadizos espectrales.
Tu guía es tan bueno contando las leyendas de fantasmas que rondan por este laberinto que… ¿espera, tú también has sentido ese aliento gélido?
Pero, cuando descubras la verdadera historia de los pasadizos subterráneos de Blair Street, lo entenderás todo: construidos en el siglo XIX, eran las tiendas insalubres de los comerciantes más pobres, refugio de miles de marginados y, finalmente, lugares macabros donde se practicaba el contrabando y la tortura: ¡mejor no te quedes atrás!