En resumen

Nagasaki ha sabido transformar su triste herencia en un mensaje de paz y de esperanza. Recorriendo los monumentos de la tragedia que azotó esta ciudad en un tour intenso desde el punto de vista emotivo, a través de los lugares en los que el tiempo parece haberse detenido, será posible visitar también la iglesia católica de Urakami y el modernísimo puente de Megami.

Paradas principales

La puerta del santuario del Sannō Jinja, símbolo de la tragedia nuclear
Museo de la bomba atómica
El Parque de la Paz y Ground Zero con sus esculturas
Compras
La iglesia católica de Urakami
Paso por el moderno puente de Megami

El programa

Dejamos el muelle para dirigirnos al primer destino de nuestro tour, el Museo de la bomba atómica. Sin embargo, antes visitamos la puerta del Santuario del Sannō Jinja, uno de los símbolos de la tragedia que azotó a la ciudad el 9 de agosto de 1945. Si bien este lugar se encuentra a unos 800 metros del hipocentro de la deflagración de la bomba, una de las dos columnas de la puerta se ha mantenido en pie, como queriendo infundir un mínimo de esperanza a los supervivientes.
Dejamos atrás la puerta y llegamos al museo, donde caminamos silenciosamente entre los restos que se han recogido como testimonio del fatídico día, como por ejemplo un reloj que se detuvo a las 11:02, hora de la catástrofe. El museo pretende ser una oda a la paz, pero al mismo tiempo una clara advertencia para toda la humanidad.
Continuamos nuestra visita por el Parque de la Paz y por Ground Zero, donde se erigió una estrella negra en el lugar de hipocentro. Llama nuestra atención la Estatua de la Paz de bronce, que parece aludir a la amenaza procedente del cielo y al deseo de paz. En 1969 se construyó frente a la escultura la Fuente de la Paz, que mediante el fluir del agua simboliza la vida que no se detiene y el resurgir de la ciudad. Paseando por el parque nos encontramos también otras muchas esculturas y placas que otros países del mundo donaron a la ciudad a lo largo del tiempo.
Cambiamos claramente de ambiente desplazándonos a una tienda cercana para ir de compras y adquirir algún recuerdo que llevarnos a casa.
Nos subimos al autobús y nos dirigimos a la iglesia católica de Urakami, que fue construida en 1914 y reconstruida completamente en 1959 tras la devastación provocada por la bomba atómica. Actualmente se la sigue considerando la iglesia de estilo románico más bella de todo Oriente y en 1981 recibió la visita de Juan Pablo II.
Antes de volver al barco, nos detenemos en el puente de Megami, uno de los símbolos arquitectónicos de la ciudad construido en 2005, para tomar fotos y hacer compras en las inmediaciones.
Nos subimos al autobús y, tras un breve trayecto, llegamos de nuevo al puerto.

Conviene saber

La excursión no es aconsejable para los pasajeros con movilidad reducida.
Guías en lengua española disponibles en número limitado; si no hubiera ninguna disponible, la excursión será guiada en inglés.
El Museo de la Bomba Atómica podría estar cerrado durante las vacaciones de Navidad y Año Nuevo. Será reemplazado por el Monumento a la Paz de la Escuela Primaria Shiroyama.