En resumen

Un inolvidable recorrido por la naturaleza exuberante del valle de Nærøy, entre cascadas, vistas encantadoras y caminos impresionantes, para descubrir una localidad única en el mundo donde la naturaleza despliega toda su belleza y una comunidad singular que evoca los orígenes de la cultura vikinga.

Paradas principales

Las vistas únicas del Aurlandsfjord
El valle de Nærøy, desde las aguas dulces de su río a las cascadas que costean nuestro recorrido
El lago Oppheim y la espectacular cascada de Tvinde
Las bellezas del Nærøyfjord
El pueblo vikingo de Gudvangen

El programa

Comenzamos nuestra excursión partiendo en autobús de Flåm, un encantador pueblecito colorido, situado en el extremo del Aurlandsfjord, uno de los brazos del segundo fiordo más grande del mundo: el Sognefjord.
Dos largas galerías, una de ellas con más de 9 kilómetros de longitud, nos lleva al lado opuesto de la montaña donde pasamos a través del antiguo valle vikingo de Gudvangen, para después continuar por el valle de Nærøy siguiendo el curso de su río, famoso por la pesca de salmones, acompañados del espectáculo impresionante de las cascadas que flanquean ambos lados de la carretera.
Pocos kilómetros nos separan de las orillas verdes del lago Oppeheim que seguimos durante algunos minutos antes de adentrarnos entre los bosques y los terrenos fértiles que conducen a la espectacular cascada de Tvinde, donde las aguas se lanzan al vacío desde una pared rocosa de 110 metros aproximadamente.
Nos detenemos durante una parada obligada para fotografiar esta maravilla de la naturaleza antes de regresar a Gudvangen. Una vez que llegamos a Gudvangen, nos dedicamos a descubrir este encantador pueblo que surge a orillas del Nærøyfjord, el fiordo dedicado al dios Njord, dios del mar y la prosperidad según la mitología noruega. El fiordo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005 por sus incomparables bellezas naturales.
Nos dirigimos hacia el pueblo de la comunidad vikinga, donde se evocan los usos y costumbres de esta cultura milenaria. Un auténtico salto al pasado que permite a los visitantes más intrépidos aventurarse en el tiro con arco y con el hacha, o bien a los más curiosos charlar con los habitantes de este pueblo singular.
Al final de la evocadora excursión, volvemos a subir al autobús para regresar a Flåm.