Subimos temprano a bordo de un autobús y tras una hora de viaje por la isla llegamos a los imponentes volcanes de los dos Pitons, el Gros Piton (797 m) y el Petit Piton (750 m ), símbolos de la isla y declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Nos reunimos con nuestro guía en la ladera que da al mar y asistimos a una explicación completa sobre la escalada, donde nos ilustrarán el recorrido y las paradas, sintiendo ya la satisfacción de una aventura que no es para todos.
Comenzamos la excursión. Siguiendo al guía, damos los primeros pasos por las laderas del vertiginoso monte y empezamos a subir por recorridos con tramos que, si bien son complicados, nos recompensan con las vistas de excepción belleza por las cuales es famoso el Gros Piton. Encandilados por la magnificencia de la naturaleza, nos sentimos todavía más motivados para continuar.
A mitad de camino, haremos una breve parada en un punto panorámico desde el que se disfruta de unas vistas impresionantes del Petit Piton con su perfil verde que destaca sobre el azul del mar. Retomamos la escalada subiendo escalones de roca de lava y aprendiendo datos interesantes sobre las especies poco habituales de árboles y sobre las aves endémicas que viven en la zona.
Conseguimos nuestra hazaña. Llegamos a la cima y la recompensa es mayor, la satisfacción de haber llegado hasta aquí por nosotros mismos y el inimaginable encanto de las vistas de Santa Lucía. ¡Desde lo alto de esta cumbre casi parece que podemos tocar el cielo con un dedo!
Tras esta grandiosa escalada, nos merecemos un suculento almuerzo a base de platos locales en el Beacon Restaurant, que ofrece unas vistas impresionantes a la localidad de Soufrière y a los imponentes montes Pitons.