El ambiente del Mediterráneo no tiene igual. Te darás cuenta mientras observas los frescos y las cúpulas de Florencia con la mirada alzada o mientras paseas por las calles de Venecia.

Explora las columnas aún intactas de la Acrópolis de Atenas o las coloridas curvas de la arquitectura de Barcelona.

Y, luego, está Creta, entre las aguas turquesas de la Bahía de Suda y la impresionante playa rosa de Elafonisi, donde la naturaleza y el sueño se fusionan. Sin olvidar Ibiza, donde las noches se animan al ritmo de la música.
Vayas donde vayas, podrás saborear cada día auténticos sabores, descubrir la hospitalidad de los habitantes del lugar y volver con la mente llena de palabras de agradecimiento. Gracias. Merci. Efharistò.