Catania: Miles de años de historia sobre el lomo de un elefante

Convivir con un volcán durante miles de años y renacer de las propias cenizas más hermosa que antes. Barroca, decorada y espléndida, con el paso de los años Catania ha sido destruida más de una vez por el Etna, y aún hoy, periódicamente, el volcán entra en erupción liberando en el aire su polvo sulfuroso… ¡pero esto no disuade a los cataneses esquiar en invierno!

Catania, una ciudad maravillosa. Solo en una corta visita te das cuenta de cuánto su naturaleza se refleja por doquier: desde la magnífica via Etnea a los muchos mercados que son el espíritu de la ciudad, como la «Piscaria», donde puedes consumir una variedad increíble de street food de pescado dentro de un marco como mínimo pintoresco, plaza Carlo Alberto, en el mercado “Fera ‘o luni”, que en su tiempo estaba situado en el Foro lunaris – de allí su nombre – justo delante de la Iglesia de la Madonna dell'Elemosina.

Si bien es en plaza Duomo donde la historia adquiere más forma. ¿Dónde? ¡En el lomo de un elefante! Se cuenta que el famoso elefante, actualmente símbolo de Catania, se llamó Liotru en honor al mago Eliodoro (también llamado Diodoro, Liodoro, Lidoro e incluso Teodoro) que vivió alrededor del 725 d.C. cuando la ciudad era una provincia bizantina del Imperio Romano de Oriente. Cuenta la leyenda que el ambicioso Eliodoro, después de hacer un pacto con el demonio, construyó el elefante con la lava del Etna usado como «caballo» para hacer largos viajes entre Catania y Costantinópolis. ¡Sin embargo, si crees que encontrarás solo folclore, te equivocas completamente!

El paisaje catanese tiene algo de mágico, por momentos metafísico: de la desembocadura del río Alcántara al promontorio de Taormina, con el Etna siempre de fondo, es un panorama tan hermoso que convenció a los antiguos griegos para que fundaran, justo aquí, en el punto exacto en el que surgen los Jardines de Naxos, su primera colonia siciliana, en el lejano 734 a.C. Y los griegos, de belleza, sabían mucho.